En nuestros tiempos, la reputación de las escuelas depende en gran medida del éxito de sus alumnos en su entrada al mundo profesional. Las escuelas tienen que hacer todo lo que pueden, no solo proporcionar una formación básica a sus estudiantes sino, además, proporcionarles todas las herramientas necesarias para que tengan éxito al iniciar sus carreras en el mundo laboral.

A pesar de ello, la formación profesional en las escuelas es, necesariamente, más teórica que práctica, incluso aunque están equipadas con laboratorios y máquinas para ejercitar las habilidades técnicas y manuales. Al final de esto, siempre echan en falta la realidad de una empresa, las limitaciones de tiempo, el trabajo en equipo, el principio general de generar valor añadido, la dinámica social interna de la empresa, la jerarquía, la orientación a las necesidades del cliente, etc. Por ello, la formación profesional en las escuelas está muy limitada para abrir las mejores posibilidades para que sus alumnos encuentren un trabajo al finalizar su trayectoria escolar.

Como educación y formación, en muchos países, siempre son vistas como una tarea de las escuelas, frecuentemente olvidamos la importancia del aprendizaje basado en el trabajo (WBL por su sigla en inglés) dentro de las empresas e incluyendo todos los aspectos anteriores que solamente pueden ser aprendidos de esta manera. Esto ha incrementado en los últimos años (desde el 2000 a la actualidad) un uso distorsionado de las prácticas, para añadir también a la educación teórica, experiencias laborales prácticas. Ya hablamos de la “Generación de las Prácticas”.

Con el “Sistema Dual” alemán de formación profesional se ha dado la vuelta totalmente a este problema: tras los 9-10 años de educación escolar básica pero, también, posteriormente después de los estudios universitarios o en la escuela técnica superior, un joven puede en primer lugar buscar un contrato de aprendizaje en una empresa. Si consigue firmar dicho contrato (y actualmente, en 2015-18, las empresas alemanas ofrecen más de dichos contratos que la demanda de jóvenes estudiantes), empiezan sus 2,5-3 años de aprendizaje en una empresa con un instructor profesional certificado (o Maestro), durante 3-4 días a la semana. El tiempo restante, siguen clases dedicadas en escuelas profesionales, preparadas para apoyar el aprendizaje basado en el trabajo en empresas de su región.

En este contexto, los aprendices se sienten menos como un estudiante alejado del mundo real, sino que son llevados a sentirse como miembros de una “comunidad de especialistas”, sean artesanos, trabajadores industriales o empleados cualificados en el sector servicios.

El proyecto ERASMUS+ “Sistema Dual Europeo (EU-DualS)” quiere comprobar si este sistema se puede aplicar a otros sistemas de formación VET en Europa.

Los socios de EU-DualS, ADEGI, BVMW, CONFAPI, European Entrepreneurs CEA-PME y F-BB, creen que este enfoque creará un puente entre las escuelas profesionales y el mercado laboral, que proporcione a los estudiantes una experiencia de primera mano del ambiente laboral.

Adhiriéndose a este programa, las escuelas pueden beneficiarse de ver que sus alumnos empiezan su trayectoria para convertirse en profesionales de éxito, ya que aprenden no solo habilidades técnicas sino la mentalidad de trabajadores especializados en un sector específico, y se “socializan” con el mundo real del trabajo y la economía.

Si quiere saber más acerca de los beneficios de EU-DualS para las escuelas, vea el vídeo que sigue: